Alcalá de Henares
A 35 kilómetros de Madrid se encuentra Alcalá de Henares, una de las ciudades más significativas para la historia del español. Aquí se fundó en 1499 la Universidad Complutense, que desde sus orígenes reivindicó nuestro idioma como lengua de cultura, motivo por el que Alcalá de Henares forma parte del “Camino de la Lengua Castellana”. Desde 1998 es ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO gracias a su legado monumental.
Colegio Mayor San Ildefonso
Fue comenzado en 1537 por Rodrigo Gil de Hontañón (arquitecto de las catedrales de Salamanca y Segovia) en estilo mudéjar. Los trabajos concluyeron en 1553 con Pedro de la Cotera como aparejador. La fachada es plateresca y en ella destaca la elegante decoración y el forjado de las rejas. En su interior, se conservan dos de los tres claustros que tenía el Colegio Mayor: el Patio de Santo Tomás de Villanueva y el Trilingüe.
Dentro de este edificio se encuentran el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, donde se realizaba la imposición de grados y se celebraban los principales actos académicos –y en donde, cada 23 de abril, se entrega el Premio Cervantes, máximo reconocimiento de las Letras Hispánicas– y la Capilla de San Ildefonso, que sirvió para dar sepultura a destacadas figuras relacionadas con la Universidad, como Pedro de Gumiel, Antonio de Nebrija o el mismísimo Cisneros, cuyos restos fueron sepultados en un bello sepulcro renacentista realizado en mármol de Carrara sobre un diseño de Doménico Fancelli con alusiones al mundo militar, el intelectual y el religioso (en la actualidad los restos de Cisneros descansan en la Catedral magistral, pero el sepulcro continúa en el Colegio Mayor). Las yeserías con motivos góticos, mudéjares y renacentistas y el artesonado policromo de lacería consiguen un espacio de gran belleza.
Catedral Magistral
Según la tradición fue levantada en el lugar donde recibieron sepultura los Santos Niños Justo y Pastor, patronos de la ciudad y cuya festividad se celebra el 6 de agosto. Sus reliquias se encuentran en la cripta del templo. Es una de las dos únicas iglesias en todo el mundo que tienen el título de “Magistral”, que quiere decir que todos sus canónigos debían ser ‘magister' de la Universidad.
Museo Casa Natal de Miguel de Cervantes
La restauración de la que fue objeto en 1956 pretendía recuperar la vivienda en la que nació en octubre de 1547 Miguel de Cervantes Saavedra, autor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. La intención fue recrear las estancias tal y como eran en el siglo XVI dotándolas, además, de colecciones de pinturas, tallas y objetos decorativos del momento. Los que deseen saber más sobre la vida de este escritor universal pueden realizar la Ruta Cervantina que propone la localidad y que pasa por otros puntos como la Plaza de Cervantes o la imprenta de La Galatea. Para completar la experiencia, es posible fotografiarse con la estatua Miguel de Cervantes localizada en el centro de Madrid en Plaza de las Cortes, o con las figuras de Don Quijote y su escudero Sancho Panza que se encuentran en Plaza de España, sobre el pedestal central del Monumento a Cervantes.
Museo Arqueológico y Paleontológico Regional
Ubicado en el Convento Dominico de la Madre de Dios, un edificio construido entre los siglos XVII y XVIII, este museo reúne piezas arqueológicas encontradas en la Comunidad Autónoma de Madrid.
Se trata de un edificio único ya que es el corral más antiguo de España documentado y de hecho conserva diferentes elementos arquitectónicos como señal de su larga trayectoria. En la actualidad, sigue ofreciendo un completo programa de espectáculos teatrales y está abierto para visitas turísticas.
Calle Mayor
No puede faltar un paseo por la Calle Mayor de esta localidad. La imagen de sus soportales apoyados en pilares es una de las más típicas de Alcalá y con su variedad de comercios se ha convertido en una de las arterias principales de la ciudad.
Son varias las rutas guiadas y teatralizadas que se organizan para conocer la ciudad de un modo original y que llevan a los visitantes a recorrer la Alcalá de Cisneros, la Alcalá Patrimonio de la Humanidad, la Alcalá histórica o la Alcalá de Cervantes.
En época romana la ciudad se llamaba Complutum y estaba situada a unos dos kilómetros de la Alcalá de Henares moderna. Fue una de las ciudades más importantes de la Península Ibérica, como muestran los restos que aún se conservan. Fueron 400 años de esplendor bajo el dominio del Imperio, en gran medida, gracias al aprovechamiento que se hizo del río Henares, los nuevos ejes de comunicación y la explotación de los recursos agrícolas. Después de Roma, llegaron los árabes, que en el 850 construyeron el castillo de A-Qalàt en Nahar, de donde procede la denominación de Alcalá.
Su importancia como plaza defensiva del valle del Tajo durante la Reconquista Cristiana dotó a la ciudad de nuevas construcciones al tiempo que la convirtió en un recinto amurallado. En su interior convivieron judíos, musulmanes y cristianos, cada uno con su zona de influencia dentro de la fortificación. En el siglo XIII, Alcalá pasó a ser un señorío de los arzobispos de Toledo, que levantaron el Palacio Arzobispal y proporcionaron al lugar gran importancia y una destacada actividad económica.
En 1293, Sancho IV concede a Alcalá el privilegio de crear un “Estudio de Escuelas Generales”, momento en que empezó su condición universitaria. Pero el gran esplendor llegó con el Cardenal Cisneros que fundó en 1499 la Universidad Complutense. Aunque las enseñanzas tuvieron al principio una marcada orientación religiosa y la teología y la educación eclesiástica gozaron de un papel destacado, la Universidad tomó pronto el camino de las humanidades, el derecho o la literatura con personajes de la talla de Quevedo, San Ignacio de Loyola o Santo Tomás de Villanueva. Sin embargo, en 1836, las facultades pasaron a Madrid. Tras un periodo de declive, a mitad del siglo XX todo volvió a resurgir con fuerza merced a la industrialización y el regreso a la ciudad de la vida universitaria.
Además de las riquísimas y variadas tapas, los dulces son otra de las excelencias de la ciudad gracias al legado de los conventos que se asentaron en Alcalá. Las almendras garrapiñadas, tostadas y con una capa de azúcar, se pueden conseguir en diversos comercios, pero las más tradicionales son las que realizan las clarisas del convento de San Diego (Calle Beatas, 5). Tampoco hay que olvidar las rosquillas ni la tarta costrada, creada por los Confiteros Salinas, que fueron pasteleros reales, y que se pueden adquirir durante todo el año.
Cada época, dependiendo de la festividad religiosa que se celebre, tiene su especialidad repostera. En Semana Santa, lo más destacado son los penitentes, unos cucuruchos bañados de chocolate y rellenos de crema, que simulan el capirote que los cofrades llevan sobre la cabeza cuando salen en las procesiones religiosas.
En Alcalá de Henares se puede conocer la tradición de la comida castellana con platos típicos de la cocina castellano manchega como las migas con chorizo o el cordero asado con patatas. Platos típicos que ofrecen numerosos restaurantes de la ciudad que se pueden consultar en la guía de restaurantes que ofrece la página oficial de turismo.
Por su parte, Alcalá de Henares cuenta con la Media Maratón Cervantina y Legua Quijote. Una prueba deportiva que recorre un entorno inigualable pasando por las históricas calles de la ciudad complutense.
Un evento que cada vez está adquiriendo más popularidad es la Marcha Zombie que se celebra la noche del 31 de octubre, Halloween. Noche en la que los muertos vivientes invaden Alcalá de Henares gracias a un evento que también lleva a cabo diversas actividades como concursos de disfraces, talleres, catas, exposiciones y conciertos.
- En coche: a 30 minutos por la autovía A-II.
- En autobús: a 40 minutos desde el Intercambiador de Avenida de América.
- En tren: a 40 minutos en tren de cercanías desde la Estación de Atocha y a 45 minutos desde la Estación de Madrid - Chamartín - Clara Campoamor. El Tren de Cervantes funciona los sábados de primavera y otoño y ofrece un viaje teatralizado y visita guiada por la ciudad.
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