Fue en 1899 cuando José Granados adquiere la joyería López Hermanos en la calle Carretas y comienza su andadura como Joyería y Platería Granados. Tras cinco años de actividad, José Granados fallece y su viuda se hace cargo del negocio, pero no es hasta 1909, fecha en la que correspondía renovar la licencia de apertura, cuando la joyería pasa a denominarse Viuda de Granados. En los años cuarenta, la joyería pasa a manos del hijo del matrimonio, que amplía el negocio abriendo una tienda en la Calle Alcalá. En 1975, la zona de Sol, que era donde se concentraban la mayoría de joyerías y platerías a principios de siglo, empezó a degradarse y cierran el local de la calle Carretas.

Actualmente, mantienen la joyería de la calle Alcalá que es regentada por Enrique Granados, la tercera generación, y están especializados en perlas cultivadas de primera calidad importadas de todo el mundo. Además, en el mercado de Prosperidad, la hija de Enrique Granados regenta la joyería Quílez, también especialistas en perlas.

Esta joyería es una de las preferidas por la aristrocracia española, de hecho, han sido proveedores oficiales de la Casa Real, entre sus trabajos más importantes se encuentra la corona de Alfonso XII.