Como si fueran máquinas del tiempo, algunos comercios de Madrid nos trasladan a otra época. Negocios de hostelería, tiendas, farmacias y librerías que son escenarios imprescindibles de la historia íntima de la ciudad, la que sucede delante y detrás de los mostradores de mármol y madera noble.

Algunos aparecen en las novelas de Baroja, Galdós o Cela, y otros siempre han estado allí, antes incluso de que nacieran nuestro abuelos. Más de una generación, de dos, de tres y hasta de cuatro han regentado estos establecimientos que no fueron hechos para la eternidad, para conmemorar gestas o embellecer las calles, pero que sin embargo, gracias a la profesionalidad y constancia de sus responsables, son hoy la Historia viva de la ciudad.

Descubre los comercios centenarios. Los reconocerás por la placa conmemorativa, realizada por Mingote, que hay en la acera delante de cada local.

Tiendas de toda la vida

Llama la atención la supervivencia de negocios especializados, cuya propuesta singular parece ser garantía de su éxito, de su presencia en el panorama comercial de la ciudad desde hace mucho tiempo. Entre estos negocios centenarios no faltan las alpargaterías, jalmerías, guitarrerías, cordelerías, cuchillerías, sastrerías o corcheras.

Farmacias

Para dar confianza a sus clientes, las farmacias se decoraban con lujo. Los medicamentos, los preparados, las hierbas y los ungüentos se conservaban en porcelanas de El Retiro, y en armarios y cajones de estilo rococó, neogótico o clásico. Ejemplos sobresalientes del mobiliario de todas las épocas, las viejas farmacias de Madrid, muchas de ellas en funcionamiento todavía, son bellísimos escenarios a veces más propios de un entorno palaciego que de la vida diaria.

Cafeterías

Cuando las casas eran frías y húmedas, y no existían ni la televisión ni Internet, los clientes buscaban en las cafeterías una atmósfera confortable y cálida que enmarcara su vida social. Los veladores de mármol, los bancos corridos y almohadillados, la madera oscura y los techos artesonados ayudaban a crear esa sensación de tribuna pública desde la que discutir de política, de literatura o del último chismorreo.

Bares y restaurantes

Entre los comercios centenarios existen numerosos bares y restaurantes que llevan décadas repitiendo y perfeccionando las mismas recetas. Casas de comidas cuyo secreto está en los fogones; cocinas que se levantan como santuarios del buen gusto y que ya tienen el certificado de calidad que sólo puede dar la Historia. Se trata de establecimientos excelentes para ir de tapas, comer o cenar, y conocer de cerca el pasado vivo y el presente de Madrid, una ciudad que conserva algunas de las tabernas y mesones más antiguos del mundo.

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