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Austrias

El Madrid más antiguo combina la huella dinástica del Palacio Real con el aire popular de la Plaza Mayor y sus alrededores

La Plaza Mayor, el Monasterio de la Encarnación y la plaza de La Villa, donde podemos ver edificios de los siglos XV, XVI y XVII como la Casa de la Villa (antigua sede del Ayuntamiento), la Torre de los Lujanes y la Casa de Cisneros son los principales conjuntos arquitectónicos levantados en tiempos de la monarquía de los Habsburgo que merece la pena contemplar. Otro lugar que conviene visitar es el Monasterio de las Descalzas Reales. Reconvertido hoy en convento de monjas y antigua sede real del monarca Carlos I, cuenta con una exposición permanente de obras de arte del siglo XVI en adelante. Además, el Palacio de Santa Cruz, construido en 1629, alberga hoy la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Sobre este Madrid en el que abundaban las iglesias y presidido por el Alcázar, un inmenso edificio que desapareció bajo las llamas en 1734, se levantó posteriormente, ya en tiempo de la dinastía de los Borbones, el Palacio Real y, con él, los jardines de la Plaza de Oriente, la Catedral de La Almudena –con un museo por el que se puede acceder a la cúpula del templo desde la que se disfrutan de unas bellas vistas de la sierra madrileña- y otros edificios de los siglos XVII, XVIII y XIX  como la Colegiata de San Isidro –catedral de Madrid hasta 1993–, la Basílica de San Miguel, la de San Francisco el Grande que cuenta con una gran pinacoteca con numerosas obras, entre ellas, de Goya y Zurbarán, o el Teatro Real, el foro madrileño de la ópera. Situado en la Plaza de la Armería, entre el Palacio Real y la Catedral de la Almudena, se encuentra el Mirador de la Cornisa del Palacio Real desde el que se puede disfrutar de unas preciosas vistas de los Jardines del Campo del Moro y de la Casa de Campo.

En los alrededores se ubica también el Palacio de Gaviria, un lujoso edificio palaciego del s. XIX cuyo estilo recuerda al de los palacios renacentistas italianos que ha sido rehabilitado en los últimos años para acoger diferentes exposiciones a lo largo de todo el año.

Visto todo el patrimonio monumental de la zona, podemos pasear entre los setos recortados de los Jardines de Sabatini, a los pies de la fachada norte del Palacio Real. No hay que olvidar el Campo del Moroun fabuloso jardín de estilo inglés cuya posición elevada se aprovechó para crear una de las mejores perspectivas madrileñas y donde es posible fotografiarse con pavos reales.

Tú eliges si prefieres hacerlo andando o a bordo de un segway, un tuk tuk o una bici, gracias a una amplia oferta de alquiler.

 

Vivir la constante actividad que caracteriza el día a día de la Plaza Mayor es posible, ya que para alojarse en sus alrededores existe una amplia oferta hotelera, desde innumerables hostales, pensiones y hoteles de dos y tres estrellas, clásicos y a la vanguardia, como el Room Mate Mario, a establecimientos más lujosos como el Petit Palace Posada del Peine –producto de la rehabilitación de uno de los hoteles más antiguos de Madrid–, el Hotel Ópera o el Gran Meliá Palacio de los Duques. También cabe destacar el hotel de lujo de cuatro estrellas Pestana Plaza Mayor que cuenta con terraza, patio y piscina. También destacan en la zona los hoteles VP Plaza España Design o Apartosuites Jardines de Sabatini con vistas espectaculares al Palacio Real desde su exclusiva terraza.

 

Uno de los principales atractivos gastronómicos de la zona es el Mercado de San Miguel. Levantado sobre una estructura de hierro de 1916 y reformado recientemente acoge numerosos puestos gourmet que ofrecen selectos productos de alimentación –frutería, pescadería, panadería…– y acogedores establecimientos donde disfrutar del tapeo salado y también dulce. Otra buena opción para beber algo y tapear es la Plaza de Ramales que cuenta con varias opciones como la Taberna de Ramales y el Café de los Austrias.

Llegada la noche es incluso lugar de copas. Conciertos, presentaciones o ruedas de prensa son otras actividades, más allá de las puramente gastronómicas, con las que el visitante se puede encontrar un día cualquiera en este multiespacio.

También se puede visitar la plaza Santiago que cuenta con terrazas a pie de calle, siempre buena opción cuando llega el buen tiempo a la ciudad.

Además, el barrio de Austrias cuenta con una amplia oferta de bares y restaurantes, como Los Galayos o Cervecería Plaza Mayor, en los se puede tapear y, por supuesto, probar el tradicional ‘bocata de calamares’ (aros de calamar rebozados entre pan y pan) tan típico de Madrid; y cafeterías centenarias, como la de San Ginés –especializada en chocolate con churros–.

Todos ellos se alternan con otros locales más modernos como Dos Cielos Madrid de los populares chefs hermanos Torres, incluso de comida para llevar, así como con el centenario Casa Botín, célebre por su cocido, con el Museo del Pan Gallego o con la heladería artesanal Mistura y la heladería siciliana Zúccaru que ofrece su famosa brioche siciliana. Para disfrutar de auténtica cocina italiana en el centro de Madrid se puede visitar Trattoria Malatesta. Y si quieres llevarte un dulce suvenir, no dejes de visitar el Convento de Las Carboneras.

 

En torno a la Plaza Mayor y el Palacio Real se encuentran buena parte de los comercios más antiguos de la ciudad. Artesanos de toda la vida, tiendas de instrumentos musicales y pastelerías con los dulces tradicionales que conviven con tiendas de moda, zapaterías y complementos actuales.

Las calles Mayor y Arenal responden más a este tipo de comercios modernos, mientras que los soportales de la Plaza Mayor y sus pequeñas vías adyacentes albergan negocios de artículos religiosos, filatelia y numismática, como Numismática Mayor 25, - de hecho la plaza alberga un mercado de numismática cada domingo y festivo por la mañana - o de tejidos y labores, como los centenarios Almacenes de Pontejos. Al igual que Casa Hernanz, que desde 1840, en el mismo local de la calle Toledo, lleva vendiendo ese calzado tan tradicional en España que es: la alpargata. Tambien la Tienda Casa de la Panadería donde adquirir recuerdos de Madrid elaborados por los artesanos madrileños, que rememoran las tradiciones más arraigadas en la ciudad.

Sombrerería La Favorita y la peluquería El Kinze de Cuchilleros son otros de los lugares emblemáticos de la zona donde es posible respirar parte de la historia de la mítica plaza.

El barrio de Austrias también es una zona muy recomendable para comprar recuerdos y suvenirs de Madrid, ya que la oferta de locales de este tipo es muy amplia. Igualmente son varias las opciones para llevarse una buena selección de embutidos típicos, con especial protagonismo del jamón ibérico, y guardar así una parte de los sabores de Madrid en la maleta.   

Todos los domingos, la Plaza del Conde de Barajas acoge el Mercadillo de Pintores. La Asociación Cultural de pintores madrileños Taller Abierto organiza esta exposición colectiva de pintura al aire libre que recoge obras originales de alrededor de 40 artistas.

Los amantes de la lectura no pueden dejar de visitar las librerías localizadas en este barrio como La Buena Vida, Librería de Mujeres y la librería infantil La Mar de Letras.

 

La vida nocturna en el barrio de Austrias se articula en torno al compás del bel canto y las óperas que se representan en el Teatro Real, que además cuenta con su propio restaurante. Además, la sexta planta del teatro cuenta con el nuevo y sofisticado restaurante Papagena con el chef Ramón Freixa al frente de los fogones. 

El Café de Oriente cuenta con una amplia programación de música en vivo durante los fines de semana, así como con muchas propuestas de cenas maridaje de lo más original. También destaca su terraza localizada en la Plaza de Oriente cuyos alrededores ofrecen numerosas opciones para tomar algo al aire libre así como la Plaza de Ramales.

Otro de los protagonistas de la noche es el Teatro Eslava, muy cerca de la Puerta del Sol, que ofrece una propuesta de ocio y entretenimiento con música en directo, sesiones de clubbing y un show-dinner flamenco; y los tablaos flamencos donde se puede disfrutar de espectáculos de flamenco y cenas. Es el caso del tablao Las Carboneras, en la plaza Conde de Miranda.

Para amantes del jazz y sesiones de dj set hasta altas horas de la madrugada se encuentran el Café Berlín Club Madrid y El Amante, un local muy pensado para un público mayor de 30 años. Cercano al Teatro Real, se encuentra La Coquette, uno de los últimos templos de blues en la ciudad, con actuaciones en directo todas las semanas.

Entre las nuevas tendencias nocturnas, el barrio ofrece bares y teterías como el Yambala de la calle Coloreros, de ambientación árabe.

 

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