En 1896, abrió sus puertas uno de los lugares con más solera de la capital, punto de reunión en la época dorada de los cafés y tertulias literarias de grandes intelectuales como los hermanos Machado, Miguel de Unamuno, Emilio Carrere, León Felipe o Rafael Alberti. De la mano de su actual propietario, Melquíades Álvarez, se ha convertido en el restaurante del Hotel Preciados, aunque sigue siendo un emblemático lugar cargado de historia que ha sido modernizado para adaptarse a los tiempos actuales.

Con una decoración elegante a la par que sencilla, el local destaca por su cocina de raíces gallegas aunque no puede faltar el cocido madrileño, que se sirve todos los jueves. Su carta se compone, además de menús de distintos precios y el diario, de platos tradicionales de la cocina gallega, como la merluza a la gallega, el pulpo con cachelos, el solomillo de buey o las anchoas de Santoña, así como de una variada y tentadora variedad de pinchos y tapas.