Esta pastelería próxima a la Puerta del Sol es la más antigua de España. Fundada en 1830, en 1900 pasa a ser propiedad de Julián Leal Charle, cuyos sucesores siguen regentando el negocio hoy. En ella se pueden degustar deliciosos dulces, donde destacan sus hojaldres y el roscón de reyes (sin fruta escarchada), elaborados de forma artesanal con las recetas de antaño.

La pastelería ha sido objeto de varias reformas, pero conserva el mobiliario original, con un mostrador de mármol y madera, máquina registradora antigua y una balanza clásica de dos platos.

Situada en el número 6 de la calle del Pozo, toma su nombre de ésta, que a su vez debe el nombre a la tradicional creencia de la existencia de un pozo milagroso, ubicado en esta calle y al que se arrojaban las reliquias de los santos.