A pocos pasos de la castiza Plaza de Chamberí se encuentra este local que reinventa la taberna tradicional, en el que se puede disfrutar de tapas y conservas, presentadas con aliños suaves o al natural, a cualquier hora del día.

El bar, situado en un antiguo almacén en el bajo de una casa, está decorado de manera minimalista y moderna, con presencia de maderas y azulejos, en tonos blancos y suaves. Dividido en dos alturas, cuenta con varias mesas altas y taburetes, un banco corrido frente a un gran ventanal, y una sala con mesas y sillas bajas. También dispone de terraza exterior.

Su carta se compone de productos procedentes de distintas regiones españolas. Así se pueden encontrar desde berberechos o mejillones gallegos, a espárragos, pimientos del piquillo o legumbres navarros, pasando por melva y caballa andaluces o el bonito y anchoas cántabros. Para acompañarlas, se pueden elegir varios vinos y vermú, entre otras opciones.

Disponen de otro local en la calle Augusto Figueroa, 20, en el barrio de Chueca.