De la mano de los empresarios Javier Ungría y Marcos Diéguez surge este restaurante que es más que una marisquería, en el que se puede degustar marisco de primera calidad junto a propuestas gastronómicas para todos los gustos y públicos. Presume de tener alma de taberna, siendo la barra el elemento fundamental.

El espacio está dividido en una zona informal presidida por una gran barra con mesas, sillas y butacas altas, en el que poder picotear. El comedor cuenta con un aforo para 25 comensales, con sillas, mesas y butacas diversas. Y, dando a la calle Ortega y Gasset, dispone de una agradable terraza. Tiene horario ininterrumpido desde el desayuno a las copas de la noche.

La carta se divide en entrantes, ensaladas, arroces, carnes, pescados y mariscos. Entre sus platos destacan las Pipas Haches, (gambitas en tempura),  los chipirones a la plancha con una salsa de ajo negro y miel, la ensalada de quinoa con vieira y langostino, el steak tartar o el famoso pulpo a feira o a la brasa, unos de sus platos más destacados.