El origen del túnel de viento Madrid Fly se sitúa en el año 2009, cuando el español Alberto Fuertes, campeón de paracaidismo y tres veces subcampeón de vuelo indoor, tuvo la idea de construir en Madrid el túnel de viento más grande de Europa, donde se simula la caída libre de una forma realista y segura. 

Se trata de un túnel con una cámara de vuelo de 4,6 metros de ancho y 17 de alto, de los cuales 8 metros son de cristal, facilitando que el público pueda observar a quienes practican esta actividad. Sus instalaciones cuentan con más de 1500 metros cuadrados exclusivamente diseñados para el ocio y la diversión, rodeados de amplias zonas verdes y una gran terraza, así como parking privado. También disponen de zona de relax, duchas y taquillas para voladores frecuentes.

Además, en sus propias instalaciones se encuentra una sucursal de la empresa de escape room Fox in a Box, que ofrece dos nuevas salas, una de ellas para niños desde los 7 años, y el restaurante Lowcontry Boys.