Ubicado en la confluencia entre las calles Alcalá y Gran Vía, este emblemático edificio, uno de los símbolos de la zona, fue diseñado en 1905 por los arquitectos franceses Jules y Raymond Février para albergar la compañía de seguros La Unión y el Fénix, aunque la obra final la llevó a cabo el español Luis Esteve.

El edificio Metrópolis es uno de los principales iconos de la Gran Vía, protagonista de las instantáneas de miles de turistas que cada año fotografían la vista de esta avenida desde los alrededores de la Plaza de Cibeles. Levantado sobre el solar de la “casa del ataúd”, llamada así popularmente por su estrecha fachada, fue construido entre 1907 y 1910 en el marco de la creación del primer tramo de la Gran Vía, quedando inaugurado el 25 de enero de 1911.

Esta suntuosa edificación preside el comienzo de la Gran Vía con su fachada neorrenacentista de columnas corintias y una cúpula de pizarra de incrustaciones doradas, sobre la que se sitúa una estatua de la Victoria alada, que antiguamente fue un Ave Fénix, símbolo de la compañía de seguros que inicialmente ocupó el inmueble.