Este bar, inaugurado en 1961, es famoso por su especialidad en bocadillos de calamares. Además, ofrece una amplia carta de raciones caseras como las patatas bravas, la ensaladilla rusa, el mero en adobo o el pulpo a la gallega.

La fama que El Brillante ha adquirido con el paso de los años es debida a su excelente relación calidad precio, gracias a un buen servicio que se suma a la calidad de sus productos. Una gran variedad de raciones y de bocadillos, donde a parte del típico de calamares podemos encontrar otros como el de morcilla, pollo con salsa rosa o lacón con queso, entre muchos otros. Otra gran característica de este bar es que tiene una ubicación céntrica y cuenta con dos entradas, una orientada hacia la Glorieta del Emperador Carlos V y la otra hacia la calle Santa Isabel, donde se encuentra el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.