De estilo neoclásico, esta puerta, configurada a modo de arco de triunfo, fue diseñada por el arquitecto mayor Francisco Sabatini a finales del siglo XIX, de acuerdo a los deseos del rey Carlos III, que quiso trasladar el Jardín Botánico creado por su hermano Fernando VI en el Soto de Migascalientes, al lado del río Manzanares, a su emplazamiento actual, al sur del Real Sitio del Buen Retiro, dentro del proyecto de reforma del Paseo del Prado.

Compuesta de hierro forjado y granito, la puerta se divide en tres huecos, uno central en arco y dos laterales menores y adintelados. El vano intermedio está flanqueado por dos columnas de orden dórico sobre plinto, que sostienen un entablamento, friso, cornisa y frontón, al estilo de las edificaciones clásicas. Una reja metálica, realizada con posterioridad, cierra el hueco central, mientras que en los extremos se encuentra una verja similar al resto del cerramiento del jardín.

En 1976, durante la restauración del Jardín Botánico, se trasladaron a este lugar dos garitas de piedra, de planta circular y abovedadas.

En la actualidad, esta puerta permanece cerrada, constituyendo un elemento decorativo y monumental del Paseo del Prado.