Situado en el barrio de Chamberí, en el local de lo que hasta los años 70 fue una auténtica vaquería, se encuentra este restaurante de cocina mediterránea, otro de los proyectos de la familia Zamora, que también cuenta en la ciudad con Celso y Manolo y La Carmencita. 

Con un horario ininterrumpido, este local se decanta por la cocina de producto, con recetas de mercado y un acento internacional, en las que destacan platos como el pulpo a la plancha con curry, antipasti italianos, croquetas de ossobuco de ternera o rabas de Santander. Además, es posible comprar los mismos productos con los que se elaboran estos platos en el mismo restaurante, que recupera así el concepto de ultramarinos.