De la mano del chef Javier Bonet, este pequeño local de apenas 50 metros cuadrados, situado en la popular calle Ponzano, que rinde homenaje al tradicional tapeo de Chamberí, ofrece productos de temporada a lo largo de una barra en la que se distribuyen los comensales.

Decorado como una sala de despiece, con ganchos colgando del techo, paredes llenas de cuchillos y el color blanco como predominante, la carta, escrita a mano, presenta platos sorprendentes y originales con las mejores materias primas, tanto de verduras, carnes o pescados. Cuenta con una completa carta de vinos que van desde los blancos o rosados al sake japonés.

Además, dispone de una sala con una mesa compartida llamada Mesa de Despiece, que evoca una sala de corte y está situada detrás del escaparate de producto, la cámara de frío. Con aforo para 12 comensales, se puede hacer reserva para comer en ella, a diferencia del resto del local en el que se atiende por orden de llegada.

Sala de Despiece cuenta con otros dos locales, en la misma calle Ponzano, número 10, dedicado a cenas a la carta, eventos privados, especiales o de marca, y en la calle Virgen de los Peligros, 8, cerca de la Puerta del Sol.