Esta casa de comidas típica madrileña se fundó en 1932, y, desde entonces, no ha dejado de agasajar a sus comensales con un servicio próximo y atento y con los mejores platos de la gastronomía española, que varían en función de la temporada. Sólo sirve comidas al mediodía, que continúan con sobremesas animadas con juegos de mesa y combinados.

Situada desde 1980 en este local del distrito de Chamartín, acoge un público variopinto. Aunque disponen de carta al uso, es tradición que los camareros canten personalmente los platos del día, todos ellos de cocina casera, elaborados con productos de mercado, y en los que se presta especial atención a las recetas con la casquería como protagonista.

La carta de vinos cuenta con más de 40 referencias de al menos diez denominaciones españolas. Y como nota distintiva, casi a diario abren un Primato de 27 litros que se consume entre sus clientes, dando la opción de tomar buen vino a precios asequibles.