Este acogedor restaurante y cantina, con vistas a la recoleta Plaza de Olavide, hace gala de una filosofía ecológica que se refleja en la materia prima de sus platos, adquirida directamente de agricultores, ganaderos y artesanos, que resulta perfecta para elaborar una carta de una veintena de sabrosos platos caseros.

Mama Campo busca la sostenibilidad en todos sus elementos, como se aprecia en su mobiliario, donde predomina la madera, y le añade toques originales y alegres como ocurre con los uniformes del personal, obra de jóvenes diseñadores.

Todo ello conforma un ambiente desenfadado donde disfrutar de una cocina sencilla, pero con mucho sabor, de la que destacan recetas como los buñuelos de bacalao, las croquetas de cocido o el pollo de corral en pepitoria. También cuenta con un pequeño colmado donde se venden multitud de productos ecológicos.