Este proyecto de Roberto Cabrera, que cuenta con la dirección en cocina de Ricardo Álvarez, pretende recuperar los sabores tradicionales de la cocina española mediante la incorporación de técnicas contemporáneas que preserven y potencien el sabor natural de las verduras.

El local en el que se encuentra La Huerta de Carabaña se divide en dos espacios diferenciados que se identifican con dos conceptos gastronómicos. Por un lado, su restaurante, situado en la calle Lagasca, ofrece una cocina elegante con platos de producto de la huerta, tales como los guisantes, las alcachofas o el tomate moruno, además de pescados salvajes y carnes maduradas. Por otro, en la calle Jorge Juan se encuentra el Bistró, un establecimiento de ambiente más informal y que permanece abierto desde primera hora de la mañana, por lo que en él se puede disfrutar tanto de un rico desayuno como de una variada oferta de arroces, brasas, guisos y verduras al mediodía.