Doce platos de nuestros restaurantes con más solera para disfrutar del otoño y del invierno
Madrid cuenta con restaurantes y tabernas con una importante tradición gastronómica y más de cien años de recorrido en la elaboración de los platos típicos de la ciudad. Los doce establecimientos que integran la Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarios han seleccionado sus mejores platos para degustar durante la temporada de otoño e invierno. Creaciones que han pasado de una generación a otra manteniendo los valores de tradición, calidad y buen hacer de la cocina tradicional madrileña. Recorre los barrios de Madrid y descubre su gastronomía:
Austrias, uno de los barrios más icónicos y con más historia de la ciudad
Localizado en la calle de Cuchilleros, 17, este local fundado en 1725, es considerado como el restaurante más antiguo del mundo. Esta temporada su plato estrella es el cochinillo asado. Elaborado a fuego lento en su viejo horno moruno, los cochinillos tienen unos veinte días de edad y el proceso de asado dura dos horas y media.
Esta taberna que se encuentra en calle Mayor, 84, forma parte de la historia de Madrid desde finales del siglo XIX. El plato tradicional recomendado es la gallina en pepitoria. Una receta con historia, de raíces árabes, pero de creación española, cuyos principales ingredientes incluyen laurel, picadillo de ajo, perejil, azafrán, almendras picadas y un vaso de vino blanco.
La Latina, una de las zonas con más vida de Madrid
Este restaurante centenario de la calle de la Cava Baja, 9, en el barrio de La Latina, se transformó en 1642 en la primera posada de la Corte, donde se daba comida y aposento a todos los viajeros que llegaban a Madrid. El cordero asado es su plato más destacado que preparan en un horno de asar especializado en la cocina tradicional madrileña. Se sirve acompañado de patatas panadera y ensalada de lechuga y cebolla.
En pleno barrio de La Latina, en la calle Ruda, 5, se puede encontrar cocina tradicional madrileña llena de historia en esta taberna que abrió sus puertas en 1895. El cocido madrileño es su especialidad, un sabroso caldo que se sirve acompañado por garbanzos con patatas, tocino y repollo con la salsa de tomate, terminando con la carne de morcillo, chorizo, morcilla, manitas de cerdo, codillo y pollo.
Sol-Gran Vía, el epicentro turístico de la ciudad
Fundada en 1906, esta centenaria taberna situada muy cerca de la Puerta del Sol, en calle de la Victoria, 12, sigue estando regentada por la familia que la vio nacer manteniendo su esencia y tradición. En su menú destacan las gambas, preparadas de múltiples maneras, a la plancha, al ajillo y gabardina. Esta temporada recomiendan probar las gambas al ajillo, sin duda, uno de los sabores de Madrid.
Al lado de la Puerta del Sol, en Carrera de San Jerónimo, 8, se encuentra este restaurante centenario inaugurado en 1839 que destaca por su tradición, calidad y servicio impecable. Uno de sus mejores platos para esta época es el pato silvestre al perfume de naranja, que se sirve al comensal troceado en dos partes en una fuente, cubiertos por una salsa. Se acompaña de una guarnición de gajos de naranja, patatas avellana y juliana de piel de naranja y limón cocidas.
Esta taberna centenaria fundada en 1860 en el número 12 de la calle Tetuán, es célebre por sus tapas de bacalao. El local conserva su decoración original, con una fachada curva adaptada a la estructura del edificio. En su carta destaca el bacalao al pil pil elaborado de manera tradicional en cazuela de barro al que se añaden los ajos y las guindillas.
En Lavapiés, uno de los barrios más castizos y multiculturales
En la calle Mesón de Paredes, 13, se puede encontrar la taberna más antigua de Madrid fundada en 1787 por el picador Colita (en tauromaquia es como se denomina al torero a caballo que pica (del verbo picar) con la vara a los toros). La decoración de la taberna destaca por su antigüedad convirtiéndola en un verdadero museo. Su recomendación para esta temporada es el rabo de toro, donde emplean una receta muy tradicional: cocinado con vino tinto, una salsa rica en verdura y un toque dulce muy especial, perejil fresco y acompañado con patatas fritas caseras.
El Barrio de Las Letras, residencia de grandes escritores y artistas
En el corazón del Barrio de las Letras, concretamente en Huertas, 18, se encuentra esta taberna centenaria donde degustar platos típicos de la gastronomía madrileña. Fue fundada en 1827 donde estuvo el edificio en el que Cervantes vivió y escribió dos de sus obras maestras. En su carta destaca también el rabo de toro, elaborado de manera tradicional y servido muy caliente acompañado de patatas fritas y perejil picado espolvoreado.
En Malasaña, el barrio más bohemio y moderno
Visitando el barrio de Malasaña no puede faltar una visita a la calle de Colón, 13 donde está localizada esta taberna centenaria fundada en 1892 en la que poder disfrutar de una cerveza bien tirada o un clásico vermú de grifo. La especialidad de la casa es la tortilla de patatas, una de las mejores de toda la ciudad.
Paseo del Arte, el epicentro de la vida cultural
El Paseo de Recoletos, 21 alberga el centenario Café Gijón fundado por el asturiano Gumersindo Gómez en 1888 y que acabo siendo considerado como “el último café literario de Madrid”. Esta temporada no pueden faltar sus callos a la madrileña elaborados con receta tradicional que cuenta con ingredientes como el ajo y la cebolla picados, la guindilla, el jamón, el chorizo y la morcilla troceados.
Más allá del centro, una visita a Fuencarral
Situado en la calle de Nuestra Señora de Valverde, 119, en el distrito madrileño de Fuencarral, este restaurante fundado en 1702, es uno de los referentes de la cocina castellana y madrileña tradicional donde se elaboran recetas de antaño. Sus platos estrella son los guisos y, para esta temporada, recomiendan degustar los callos y el rabo de toro. Recetas donde la materia prima es la base diferenciadora, y ambos se cocinan a fuego lento.