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A finales del S.XIX, un comerciante valenciano llamado Salvador Deltell, instaló en la calle de las Tenerías (tenería es donde se curten pieles), hoy conocida como Ribera de Curtidores, esta tienda que inicialmente se dedicaba a la venta de uniformes, efectos militares y la guarnicionería. La familia Deltell continuó frente al negocio hasta finales del siglo pasado, cuando la familia López, también una longeva saga de curtidores, guarnicioneros y proveedores de toda la de vida de El Valenciano, se hizo con el negocio.
Actualmente se dedican sobre todo a útiles para la hípica: botas de equitación, herrajes, sillas de montar o productos para la salud del caballo, son algunos de los artículos que se pueden encontrar en su tienda, aunque también tienen una gran oferta de bolsos y complementos de cuero.