Madrid tiene su propia gastronomía, con su recetario típico, en el que no faltan el cocido de tres vuelcos, los callos, los caracoles, el bocadillo de calamares o las tapas. Pero Madrid también permite degustar las especialidades culinarias de toda España. Todas las comunidades autónomas tienen delegaciones “gastro” en la ciudad, por lo que no te resultará difícil probar aquí la mejor fabada asturiana, el mejor cochinillo de Segovia, los mejores calçots de Cataluña o el mejor pulpo a la gallega, por poner algunos ejemplos. A continuación, vamos a enumerar algunos de los platos típicos de la gastronomía española para que los saborees también en tu escapada de turismo a Madrid.

Paella

Típica de la Comunidad Valenciana, es uno de los iconos de la gastronomía española. Su base es el arroz, pero tiene infinidad de variantes: paella marinera (con pescado y marisco), paella mixta (con carne y marisco) y paella de montaña (con costilla, conejo y pollo). Algunos reconocidos chefs se atreven a experimentar con ingredientes más exóticos, como Rodrigo de la Calle, quien ha cosechado un gran éxito con su paella de ostras. Puedes probar esta versión contemporánea de este singular plato en el emblemático Mercado de San Miguel, situado junto a la Plaza Mayor. ¿Una paella más clásica? En La Paella de la Reina, junto a la Gran Vía o en la Taberna de Peñalver. No olvides consultar nuestro artículo sobre las arrocerías más destacadas de la ciudad.

Cochinillo al horno

Los de Segovia y Arévalo son los que tienen la mejor fama, pero también hay locales en Madrid donde se puede probar con garantía esta deliciosa y centenaria receta. El asado se suele hacer sobre una cazuela de barro en un horno de leña y la piel del cochinillo debe quedar tostada y crujiente. Dicen que los mejores cochinillos asados de Madrid se pueden probar en Coque, Botín, Casa Pedro y Los Galayos. Cabe destacar que Castilla y León es tierra de corderos y lechazos, uno de los platos más típicos de la cocina castellana y muy popular en celebraciones de toda España.

Pulpo a la gallega

Ya en la Grecia clásica Aristóteles se refería al camuflaje del pulpo. Lo que no sabemos es si lo llegó a probar como alimento. Si no lo hizo, se perdió un manjar que los gallegos saben preparar como nadie, con sólo una pequeña dosis de pimentón, sal y aceite. En Madrid también hay muchos restaurantes gallegos donde se puede disfrutar: La Gran Pulpería, O’Pulpo, Lúa (restaurante con una Estrella Michelin), Los Montes de Galicia o Villa de Foz.

Fabada

Es el plato más sabroso y tradicional de la rica cocina asturiana. Elaborada con fabes (judías blancas asturianas), chorizo, tocino, morcilla asturiana y lacón, es una de las recetas típicas de la gastronomía española. Es un plato de preparación lenta que, según la sabiduría popular, sabe mejor al día siguiente de haberse cocinado. En Madrid se puede disfrutar en muchos locales, si bien recomendamos los restaurantes Casa Hortensia, Asturianos, El Oso, La Hoja y el restaurante de cocina de autor con raíces asturianas Asgaya.

Pescaíto frito

Típico de Andalucía, el “pescaíto” frito (o fritura) es una verdadera delicia siempre que esté bien preparado. Se suele presentar en una fuente en la que conviven salmonetes, sardinas, boquerones, chipirones, etc. El secreto es el producto y, sobre todo, el punto de fritura. No es fácil, pero en Madrid se puede probar y acabar chupándose los dedos, porque, eso sí, es recomendable comerlo con las manos. ¿Restaurantes de garantía? La Giralda, Bodega La Andaluza, Taberna del Puerto o Taberna Don Paco. En el restaurante El Albero, situado en Paracuellos del Jarama, ofrecen unos boquerones “del Jarama” que quitan el hipo.

Marmitako

Es el plato por excelencia de la cocina vasca. El marmitako es un guiso caliente de bonito, acompañado de patatas, cebolla, pimiento verde, pimiento choricero y tomate. Una delicia culinaria que nunca falta en las mesas del País Vasco. A pesar de ser un guiso calórico, se consume más en verano, porque es cuando se pesca el bonito del Norte. En Madrid se puede probar en muchos restaurantes vascos, entre ellos Dantxari, Carlos Oyarbide, Olive Gastro, Jai Alai o Taberna Gaztelupe.

Calçots

Son una variedad muy tierna y bulbosa de cebolla, muy habitual en el interior de Cataluña. Es uno de los platos típicos de la gastronomía catalana y se consume a finales de invierno o comienzos de la primavera con salsa romesco o salvitxada. Son protagonistas de las populares calçotades, toda una fiesta en la que se consumen asados sobre sarmientos. En Madrid, se pueden saborear en Casa Jorge, Paradís Madrid, Can Punyetes, Candeli o La Cuina.

Rabo de toro

Este tradicional guiso de origen cordobés consiste en un estofado de rabo de vaca o toro que se elabora muy lentamente con una salsa a base de cebollas, tomates, zanahorias, vino, aceite de oliva, ajo y unos granos de pimienta. Al parecer, esta receta tiene su origen en tiempo de los romanos, pues ya existen referencias en el libro “De re coquinaria” de Apicius. Los mejores rabos de toro de Madrid se pueden degustar en El Fogón de Trifón o en Casa Toribio. En los alrededores de la Plaza de toros Monumental de Las Ventas se pueden encontrar muchos restaurantes especializados en este plato como es el caso de la Taberna El Burladero y Los Timbales.

Papas arrugadas

Es un plato típico de las Islas Canarias que se elabora con unas patatas muy singulares, de reducido tamaño, y que se consumen acompañadas de una salsa conocida como mojo, que puede ser picón o verde. Si quieres probarlas en Madrid, no tienes más que acudir a Épa Bar Café, La Cecilia de Allende, Taberna Los Gallos, Picón Madrid o Gofio by Cicero Canary, que ostenta una Estrella Michelin.

Torreznos

Un torrezno es poco más que una tira de tocino frita o salteada en una parrilla. Es un manjar económico y muy español, además de energético. En realidad, se consume en gran parte de la geografía nacional, normalmente como tapa o aperitivo, si bien en cada región existen variantes. Para probar los mejores de Madrid, lo mejor es ir a Neotaberna de Santerra, La Raquetista, Treze, Taberna Arzábal, Calisto o Lakasa.

Tortilla de patata

Es el plato nacional por antonomasia. Se consume y se encuentra en todos los restaurantes y bares de España, sin excepción. Se elabora con patatas cortadas muy finas, aceite, huevos, sal y cebolla, aunque la presencia de este último ingrediente ha generado ríos de tinta. En Madrid tienen merecida fama las tortillas de Vinos 11 Casa Dani, Hevia, Taberna Pedraza, Pez Tortilla, Las Tortillas de Gabino, José Luis o la Bodega de La Ardosa.

Migas extremeñas y manchegas

En diferentes puntos de la geografía española se encuentran variantes de este popular plato tradicional. Destacan las de zonas extremeñas y manchegas que también se conocen como migas de pastor, migas ruleras o migas de gañán. Según la tradición y gustos, la receta puede variar pero los ingredientes básicos son el pan, el aceite de oliva y los ajos. Al ser un plato característico de la época de la vendimia, habitualmente se comen acompañadas de uvas. Pueden probarse en restaurantes como La Vera especializado en cocina extremeña, el restaurante de Casa de Castilla La Mancha en Madrid o el Hogar Extremeño de Madrid.

Gazpacho y salmorejo

Dos platos fundamentales la gastronomía española muy populares para tomar en verano ya que se sirven fríos. La diferencia entre ambos consiste en el que el gazpacho, conocido comúnmente como gazpacho andaluz, es una sopa fría de hortalizas, aliñada con aceite y vinagre mientras que el salmorejo es una emulsión. El primero tiene una fina textura que permite beberlo en vaso o en un tazón, pero el segundo, es más espeso como una crema similar a la de la mayonesa. Entre los lugares donde probar ambas variedades destacan 11 Nudos Terraza Nordés con su salmorejo servido con daditos de jamón de bellota 100% ibérico, Lambuzo.

Embutido ibérico y jamón 

Entre los alimentos más populares de la gastronomía española se encuentran los embutidos, que provienen en su mayoría del cerdo. Entre sus populares variedades descatan el chorizo, muy curado y aireado a base de carne picada marinada con especial, sobre todo pimentón y ajo. La morcilla, embutido sin carne con numerosas variedades caracterizado por el uso de la sangre de cerdo, sazonada con cebolla, ajo y especias. La chistorra o longaniza, producto típico de Navarra elaborado con carne picada fresca de cerdo y que contiene grasa, ajo, sal y pimentón y perejil y puede comerse frita o asada. El lomo embuchado o caña de lomo que se consume crudo, en finas rodajas en tapa o con pan, y el salchichón y el fuet, ambos muy similares y parecidos a la longaniza que se diferencian por su grosor, siendo el fuet más estrecho.

Insignia de la gastronomía Ibérica, se encuentra el jamón. Se puede incluir en la categoría de jamón serrano o ibérico que se prepara, como el lacón o el jamón cocido, a partir de las patas del cerdo. El jamón serrano son las patas traseras del cerdo, las cuales se ponen en salazón y se curan con el aire fresco. Las patas delanteras pueden prepararse de la misma manera, pero se denominan paletillas.