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Casas de comidas en Madrid

Son esos restaurantes que, a un precio asequible, ofrecen platos tradicionales, de ésos de toda la vida. Aquí puedes pedir con garantía callos, estofados o potajes y, normalmente, te dan a elegir varias opciones de menú. Tres de primero, tres de segundo, postre y hasta un vaso de vino. Y gaseosa si quieres. Como poco. Son las casas de comidas, que también suelen tener clientes fieles. Por eso los lunes hay cocido, los martes lentejas, los miércoles macarrones con tomate, los jueves paella y los viernes pollo en pepitoria. Es un suponer. Aquí no esperes creatividad ni florituras en la presentación del plato, pero seguro que comerás de rechupete y te darán una ración abundante de cocina casera. A continuación, citamos establecimientos emblemáticos de este tipo, pero hay muchos más.

Casa Adolfo (Chamberí. Metro: Canal (L2, L7). Bravo Murillo, 27)

Se puede tomar un menú completo y elegir entre 13 primeros platos y 8 platos principales, con postre y bebida. Adolfo del Barrio es su propietario y suele servir a diario más de 100 almuerzos. También tiene un menú para las cenas. Es un local de cocina tradicional y de ambiente agradable que nunca defrauda. Entre sus propuestas, pote gallego, berenjenas rebozadas con salmorejo, consomé de ave o acelgas naturales rehogadas con patatas. También hay revuelto de morcilla con nueces, gallo fresco a la romana con guarnición y filetes rusos a la plancha. Cierra los domingos.

Casa Ricardo (Chamberí. Metro: Quevedo (L2). Fernando el Católico, 31)

Situado en el barrio de Argüelles desde 1935, este local brilla por su cocina tradicional madrileña, que se saborea en dos salas decoradas con motivos taurinos, por las que han pasado los nombres más sonoros de la política y el espectáculo.

Su especialidad, la gallina en pepitoria, los callos con garbanzos y el potaje de vigilia. Una curiosidad: están abonados al número 1 de la Lotería Nacional.

Casa Paulino (Chamberí. Metro: Alonso Cano (L7). Alonso Cano, 34)

Este restaurante existe gracias a un décimo de lotería premiado de 1954. Su poseedor, Paulino, dejó el trabajo en el que estaba asalariado para montar un local en el barrio de Chamberí de cocina honesta y trato familiar. Hoy son muchos los comensales que quieren conseguir mesa para degustar la cocina de cazuela de Paulino, uno de los espacios de cocina casera emblemáticos en Madrid. ¿Su especialidad? La brandada de bacalao, la lasaña de morcilla, las carrilladas de cerdo o las albóndigas de congrio al azafrán. Además, las lentejas con chorizo conviven en la carta con el foie de pato con vinagreta. Casa Paulino tiene un local hermano, Paulino de Quevedo, en la calle de Jordán 7.

Casa Mundi (Chamberí. Metro: Canal (L2, L7). Donoso Cortés, 14)

Fue en 1984 cuando Hermógenes Martín y Encarna Sánchez pusieron en pie un restaurante en el que sólo cabían tres mesas y una pequeña barra. El local, situado cerca de Moncloa, ha crecido desde entonces, pero la esencia sigue siendo la misma: productos de primera, cocina de mercado y estilo tradicional. ¿Sus platos estrella? Las alubias blancas del Barco de Ávila, el bonito con tomate, el cogote de merluza a la donostiarra y el calamar gordo de potera en su tinta.

La Charca (Princesa. Metro: Plaza de España (L2, L3, L10). Juan Álvarez de Mendizábal, 7)

La especialidad de este restaurante de cocina asturiana, situado en el barrio de Argüelles, es el cachopo. Son muchos los madrileños que se acercan hasta el local en busca de este plato que ha sido merecedor de varios premios. Pero no sólo eso ofrece La Charca, porque también cuenta con un menú muy atractivo. Consta de cinco primeros platos y tres segundos para elegir, con postre, café, pan y bebida. A menudo sorprenden con un delicioso pollo asado en su jugo o con un chuletón de vacuno a la parrilla. Su estética recuerda la de un viejo almacén. El local está abierto ininterrumpidamente desde el desayuno hasta la cena.

Restaurante El Bierzo (Chueca. Metro: Chueca (L5). Barbieri, 16)

Ubicado junto al mercado de San Antón, en el barrio de Chueca, se trata de un restaurante familiar que, desde 1971, ofrece una rica cocina casera. Ofrece dos menús diarios, dos menús especiales los fines de semana y una carta amplia de raciones y tapas. Una “rara avis” entre los muchos restaurante modernos que tanto proliferan en el barrio. Sus platos más demandados son la ensalada de pimientos y bonito, las acelgas al ajoarriero, la tortilla española, los riñones al jerez, el pescadito frito y sus postres caseros.

Restaurante La Nieta (Chueca. Metro: Chueca (L5). Calle de la Libertad, 25)

Situado en el céntrico barrio de Chueca, este mesón restaurante de origen segoviano abrió sus puertas en 1985. Destaca por su trato cercano y la relación calidad-precio tanto del menú como de los platos de su carta donde preparan lechazo y cochinillo asado.

Entre sus especialidades se encuentran los filetes de gallo rebozados, el pollo al ajillo, las albóndigas artesanas y la repostería casera con una docena de postres entre los que destaca el ponche segoviano.

Restaurante La Sanabresa (Barrio de las Letras. Metro: Antón Martín (L1). Amor de Dios, 12)

Los primeros menús de este restaurante se sirvieron en el mes de mayo de 1964. Situada junto al metro de Antón Martín, esta casa de comidas conserva el espíritu de sus comienzos. De hecho, su carta apenas ha variado desde entonces. Al menos, y eso lo dicen los mayores del lugar, siguen igual de sabrosas las berenjenas, los callos, el cocido, el pollo en pepitoria y la ternera guisada. También la receta del flan se ha ido transmitiendo de generación en generación.

De la Riva (Chamartín. Metro: Colombia (L8, L9). Calle Cochabamba, 13)

Esta casa de comidas típica madrileña ofrece los mejores platos de la gastronomía española, que cambian en función de la temporada. Solo disponen de comidas al mediodía que se alargan con animadas sobremesas acompañadas de juegos de mesa y combinados. Su carta de vinos dispone de más de 40 referencias de al menos diez denominaciones españolas. 

Casa Pedro (Metro: Fuencarral (L10). Nuestra Señora de Valverde, 119)

Nada menos que seis generaciones han pasado por este restaurante, uno de los más antiguos de Madrid. Se inauguró en 1702, en la zona norte de la ciudad, como fonda y casa de comidas y, desde entonces, han sido fieles al estilo casero de sus propuestas gastronómicas, aunque ya sólo se puede comer a la carta. Sus platos más famosos son las perdices escabechadas, el conejo al ajillo, los garbanzos con boletus, el rabo de toro y las mollejas. Aquí hizo una parada el rey Alfonso XIII para degustar una ración de cordero asado, pero también han pasado por el local otros personajes tan singulares como Alain Delon, Anthony Quinn, Luis Buñuel, Sofía Loren, Sara Montiel.

El Parque Restaurante (Chamberí. Metro: Moncloa (L3, L6). Fernando el Católico, 78)

Fundado en 1957, a lo largo de los años ha sabido mantener el sabor de lo tradicional y sumar las tendencias de la cocina creativa y más atrevida. Ofrece menús del día muy variados a precios asequibles con especialidades y sugerencias diarias de la cocina casera. La decoración del local cuenta con fotos turísticas de Madrid en sus paredes.

El Asturiano (Vallecas. Metro: Alto del Arenal (L1). Av. de Pablo Neruda, 7)

Este restaurante inicia su historia en el año 1976 abriendo sus puertas en el mítico barrio de Vallecas. Apuesta por ofrecer un buen producto, guisos y tradición en un menú diario con platos clásicos como son los tortos, el cachopo o las fabes con su compango. Su carta incluye tapas y raciones, dando la opción de una comida más informal.

 


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