Una mañana en El Rastro
Si quieres presumir de conocer bien Madrid, tienes que pasar una mañana de domingo en El Rastro, el mercadillo más popular y castizo de Madrid. Te faltará tiempo para recorrerlo todo, pero descubrirás el sabor de lo auténtico paseando por sus calles, desde la plaza de Cascorro hasta la calle de Embajadores, pasando por la Ribera de Curtidores y calles y plazas adyacentes, con su amplio catálogo de tiendas curiosas, acogedoras y enigmáticas.
El Rastro, considerado Patrimonio Cultural del Pueblo de Madrid, se celebra desde hace más de 250 años de 09:00 a 15:00 h todos los domingos y festivos, en la zona que antiguamente ocupaban las curtidurías vecinas al Matadero. Dicen que su nombre procede precisamente del rastro que dejaban las reses muertas durante el traslado del Matadero a las tenerías o curtidurías, para procesar las pieles frescas de los animales y transformarlas en tejidos de cuero.
Así que lo mejor es que ahora te dejes llevar por las emociones y te dejes sorprender, disfrutes del ambiente y de los más de 3000 puestos que se instalan en el barrio y descubras los rincones más auténticos del Rastro, los que tienen más solera.
Te damos 10 claves para orientarte por el Rastro y encontrar algunos espacios clásicos:
La Ribera de Curtidores
La Ribera de Curtidores es la gran arteria del Rastro. Es una gran avenida en pendiente que está repleta, a ambos lados, de puestos comerciales. Aquí puedes encontrar de todo: ropa nueva y usada, enchufes y aparatos eléctricos, zapatos, bisutería, libros, discos, artesanía, muebles, lámparas, curtidos, cámaras fotográficas, etc.
Galerías de la zona
No puedes dejar de echar un vistazo a las Galerías Piquer (Ribera de Curtidores, 29), lugar donde transcurre una parte importante de la serie Arde Madrid y donde puedes encontrar desde lienzos originales, muebles art decò u objetos de decoración modernistas, y a las Nuevas Galerías (Antigüedades El Jueves) (Ribera de Curtidores, 12), porque aquí se concentran los mejores anticuarios de la zona y, casi casi, de Madrid.
Calle de Fray Ceferino González
Era conocida como la calle de los pájaros, porque estaba especializada en el comercio de animales y muchas personas se acercaban allí porque podían encontrar animales exóticos de todo tipo, además de perros, gatos y tortugas.
Calle de San Cayetano
Es conocida como “la calle de los pintores” porque aquí se concentran muchos artistas que venden sus cuadros. También hay numerosos comercios que venden piezas originales de arte y los materiales necesarios para pintar de manera profesional.
Plaza del Campillo Nuevo
La plaza del Campillo Nuevo, entre la glorieta de Embajadores y la de Puerta de Toledo, es un ir y venir de personas que buscan cromos (antiguos y modernos), revistas de otro tiempo y cartas y libros antiguos.
Es un espacio muy peculiar y auténtico, tanto como la vecina plaza del General Vara del Rey y la calle de Rodas. Aquí también se pueden encontrar antigüedades, monedas, cómics, discos de vinilo, retales, muñecas de porcelana…
También se puede visitar el Museo de Artes y Tradiciones Populares, un interesante museo que guarda piezas de carácter etnográfico procedentes de toda España, y, el primer y tercer sábado de cada mes, Los Sábados del Rastro, la feria de ocio más castiza y emblemática (en la Plaza del General Vara del Rey), con las mejores antigüedades, vintage, almoneda, coleccionismo, gastronomía y entretenimiento.
Calle de Carlos Arniches y Calle del Carnero
La calle de Carlos Arniches y la del Carnero están especializadas en el comercio de libros antiguos. Así que, si quieres comprar una bonita edición de otro tiempo, no tienes más que dirigir tus pasos hacia estas vías. En ella se encuentra el Centro Cultural La Corrala, sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares, un proyecto de la Universidad Autónoma de Madrid para fomentar la creatividad y la capacidad de innovación científica.
Calles de Mira el Río Baja y Mira el Río Alta
En estas calles abundan los comercios y puestos más enfocados a las antigüedades menudas: libros, viejos retratos, postales, desvencijadas máquinas de escribir o cámaras de fotos analógicas sólo buscadas por coleccionistas.
Artistas callejeros
Los artistas callejeros aprovechan la afluencia de público para mostrar su arte en algún espacio de El Rastro, por lo que es muy posible que disfrutes de algún improvisado espectáculo de calle. También te encontrarás con algún barquillero y algún personaje típicamente madrileño, de ésos que abundan en las novelas de Pérez Galdós.
Comer y beber
El recorrido por los puestos de El Rastro abre el apetito y tiene que acabar obligatoriamente en uno de los bares de tapas de la zona, tomando un vermut o una caña de cerveza.
Hay muchas opciones, pero sugerimos el nombre de algunos locales emblemáticos, como El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), un local famoso por sus variadas tostas. Las hay de pulpo, de gulas, de pollo empanado, de salmón ahumado, de jamón ibérico...
Otra opción muy tradicional es ir a Casa Amadeo a tomar los típicos caracoles en salsa (Plaza de Cascorro, 18) o al bar Santurce, en la plaza del General Vara del Rey, 14 (no tiene sillas, pero sí unas codiciadas sardinas asadas para comer de pie).
También puedes optar por ir a comer un cocido a Malacatín (Ruda, 5) o a tomar el vermut o algún plato tradicional asturiano en La Bobia (San Millán, 3).
Cómo llegar
La mejor forma de llegar al Rastro es en autobús o en el metro. Puedes optar por las estaciones de La Latina o Tirso de Molina, si quieres comenzar la ruta desde la plaza de Cascorro, o por la estación de Embajadores (que también tiene estación de Cercanías), en el caso de que prefieras subir la pendiente de este tradicional mercado.
Si quieres aprovechar para contemplar una de las viejas puertas de entrada a Madrid, bájate en la parada de Metro de Puerta de Toledo.