El barrio de Chamberí acoge este coqueto restaurante que recuerda a los cafés centroeuropeos de los años 40, en el que poder disfrutar de una cocina clásica en la que el producto es el elemento clave. El artífice es el chef Mario Vallés, ex judoka olímpico colombiano, que cuenta en la capital con otro local, el pequeño y refinado Hortensio.

Narciso recrea el estilo de las brasseries parisinas, con una cuidada decoración formada por antigüedades adquiridas en mercadillos de París y Madrid. Con cabida para 110 comensales, repartidos en varias salas, cuenta con una barra central para comer de forma individual o picotear, además de una terraza y un reservado.

Entre las propuestas gastronómicas que presenta destacan las tostadas con foie mi-cuit, las alubias con pico de gallo, la ensalada de lentejas del Puy con confit de pato y orejones; mejillones con curry verde; la carbonara de calamares; o el jarrete de cordero con cuscús y verduras. Sin olvidar postres clásicos franceses como la tarta Tatin de manzana así como la cuidada carta de vinos y una selección de cócteles. Los domingos cuentan con un delicioso brunch.