Situado en el local que durante más de 40 años ocupó el mítico Café Oliver, se encuentra este restaurante que apuesta por una cocina en crudo con platos en los que prima la calidad del producto.

La carta de Cannibal Raw Bar es equilibrada, sencilla y fresca, basada en propuestas crudas y marinadas tales como los ceviches, los tartares o los carpaccios. También destacan sus mariscos, pescados y carnes gallegas, así como sus ostras francesas, mientras que, para los menos caníbales, también hay platos cocinados como las almejas y navajas gallegas con un golpe de sartén, los berberechos al vapor, la hamburguesa clásica o de carrilleras de cerdo ibérico al oporto y la picaña de black angus en su jugo.

Además, en Cannibal Raw Bar se puede desayunar, tomar el aperitivo o merendar alguna de sus tartas caseras, o disfrutar de sus sofisticados cócteles o champagnes.