Bienvenidos a Madrid
Hace ya mucho tiempo que la iglesia de Montserrat no cumple con su costumbre diaria de tocar a medianoche sus campanas por el alma del rey Felipe IV, por ser esta la hora en la que los monjes benedictinos que lo habitaban se enteraron del fallecimiento del monarca, fundador del convento. El templo, en pleno barrio de Conde Duque, pudo haber sido uno de los más grandes y majestuosos de la ciudad. Pero se quedó a medias. Basta con mirar hacia arriba para darse cuenta de que solo tiene una torre. La otra nunca se llegó a realizar.
La iglesia de Montserrat fue fundada por el rey Felipe IV para los monjes benedictinos castellanos expulsados del monasterio de Montserrat de Barcelona, en 1640. Las obras se paralizaron en el año 1720 y ya nunca se terminaron. El diseño fue realizado por Sebastián Herrera Barnuevo, aunque tras su fallecimiento, otros arquitectos se hicieron cargo de él. Entre ellos, Pedro de Ribera, autor de la torre y de la portada (Ribera también es autor de la portada del cercano Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, uno de los referentes artísticos de la zona).
Tras la Desamortización de Mendizábal, en 1836, la iglesia pasó a ser celda de mujeres y hasta salón de baile. Los benedictinos volvieron a ocuparla en 1914, año en el que fue declarado Monumento Nacional.
Un último dato: los domingos a las 12:00 los monjes entonan cantos gregorianos.
Estaciones:
- San Hermenegildo (calle San Bernardo, 85)
- San Vicente Ferrer (calle San Vicente Ferrer, 64)
Acceso libre