De la mano del grupo de restauración Tragaluz, esta moderna brasserie del Paseo de la Castellana permite degustar carnes, pescados y arroces a la brasa, junto a una gran variedad de platos para compartir y guarniciones. Además, los jueves, viernes y sábados se puede tomar una copa mientras se disfruta de música en directo.

El local es un espacio versatil de casi 400 m2 en el que se puede desde desayunar hasta tomar la primera copa de la noche. La decoración se compone de muebles domésticos de los años 50, así como de la mezcla de materiales cálidos, como la madera y textiles, que dan lugar a un espacio joven.

La carta se compone de raciones, carnes, pescados, arroces, ensaladas, así como de platos con ostras, cangrejos y ceviches.