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Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial

Ubicado en pleno corazón de la Sierra de Guadarrama (sobre una ladera del Monte Abantos), a tan sólo 50 kilómetros de Madrid, San Lorenzo de El Escorial es uno de los municipios con más interés turístico y cultural de la zona. Su principal atractivo es el Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1984.

Afectado por la muerte en 1558 de su padre Carlos V y con el propósito de afirmar San Lorenzo de El Escorial la Casa de Austria en España, fue Felipe II quien mandó construir el Monasterio, para garantizar así la eterna memoria de su familia, fundar un Panteón dinástico y compensar la destrucción de una iglesia dedicada a San Lorenzo durante la batalla de San Quintín, en Francia.

El 23 de abril de 1563 se puso la primera piedra de la construcción bajo la batuta de Juan Bautista de Toledo. Al morir éste, en 1567, Juan de Herrera se hizo cargo de la obra imprimiendo el sello arquitectónico particular del llamado estilo "herreriano", caracterizado por el protagonismo de la línea frente a cualquier abuso de elementos decorativos que distrajesen la contemplación del edificio.

 

El conjunto, orientado hacia Abantos por una fachada de 207 metros de longitud, se encuentra enmarcado en un rectángulo con una superficie de más de 33 000 metros cuadrados y su planta tiene forma de parrilla invertida. La fachada principal, con su imponente construcción, recibe al visitante y le cede el paso al Patio de los Reyes, que recibe su nombre de las estatuas de los Reyes de Judá que adornan la fachada de la Basílica.

Es precisamente ésta una de las partes de obligada visita dentro del conjunto arquitectónico. De planta cuadrada y coronada por una cúpula inspirada en San Pedro del Vaticano, cuenta con un total de 43 altares y capillas. Dentro de la iglesia destacan los Oratorios Reales y los Entierros Reales, dos grupos de estatuas arrodilladas que corresponden a la familia de Carlos V y de Felipe II. Debajo de la capilla real de la Basílica se sitúan los Panteones Reales; 26 sepulcros en mármol negro que contienen los restos de los reyes de las Casas de Austria y Borbón, y el Panteón de los Infantes, con los sepulcros de las reinas que murieron sin descendencia coronada, príncipes e infantes.

Detrás del presbiterio de la Basílica se encuentra el Palacio de los Austrias, en el que destaca la Sala de Batallas, con frescos de algunas de las batallas más importantes ganadas por la corona española. Cerca se encuentran también las dependencias de Felipe II y la infanta Isabel Clara Eugenia.

En los sótanos del Monasterio, e instalado en la Planta de las Bóvedas, se encuentra el Museo de Arquitectura, con reproducciones de los planos utilizados para su construcción, herramientas usadas y coste de las obras; y también la Pinacoteca, con obras de El Greco, Zurbarán, Ribera, Tintoretto, Tiziano, Rubens o Veronés. La visita no puede concluir sin descubrir la Biblioteca, en cuyas nobles estanterías permanece un ejemplar de las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio, algunas obras de Santa Teresa de Jesús, códices mozárabes o el Códice Aureo, escrito con letras de oro.

A pesar de que hay ciertos vestigios anteriores, el origen del pueblo de San Lorenzo de El Escorial se encuentra en la Reconquista del siglo XI y la posterior repoblación de la Meseta en el XII. Esta pequeña aldea, eminentemente agrícola y ganadera, vivió aislada durante siglos hasta que, en 1561, coincidiendo con el establecimiento de la corte en Madrid, Felipe II adquirió varios terrenos de la zona sobre los que mandó construir el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Ese remoto pueblo se fue transformando en villa cuando, al acoger a todas las personas que trabajaban en las obras del Monasterio, se desarrolló el comercio y la artesanía, creció la población y se levantó un nuevo Ayuntamiento, un hospital y casonas que albergaron a la nobleza que acudía allá donde se asentaba el Rey. Dos siglos después, Carlos III promulgó la Cédula Real con el acta fundacional de la nueva población y su planificación arquitectónica, que fue ejecutada por Juan de Esteban y Juan de Villanueva.

A principios del XIX comenzó la decadencia de la villa, cuando la Casa Real abandonó San Lorenzo de El Escorial como residencia oficial al tiempo que se produjo la invasión francesa de 1808. A mediados de siglo, El Escorial recuperó su actividad comercial y cultural con la construcción del ferrocarril y la desamortización de los bienes de la corona, que permitió que la nueva burguesía los adquiriese para construir hoteles estivales y residencias veraniegas.

Alfonso XIII convirtió la villa en el centro neurálgico de la zona Oeste de la provincia. Desde entonces se instalaron importantes centros educativos, como la Universidad María Cristina, hoy Real Centro Universitario El Escorial-María Cristina adscrito a la Universidad Complutense, y los colegios de la Inmaculada Concepción y de las Carmelitas de la Caridad. Hoy en día, El Escorial es un referente en la enseñanza universitaria pues desde 1988 la Complutense organiza sus prestigiosos Cursos de Verano, en los que participan, cada año, miles de estudiantes de universidades españolas y extranjeras.

 

Al margen del Monasterio, pero indisolublemente ligadas a él, merecen una parada las Casas de Oficios y de Infantes, ubicadas entre la fachada del Monasterio y la calle Floridablanca, o las Cocheras del rey, que se construyeron para albergar caballos y carros usados por la familia real en sus desplazamientos.

Destaca también la Casita del Príncipe, construida por Juan de Villanueva para el príncipe de Asturias –futuro Carlos IV–, y la Casita del Infante, destinada al hermano del futuro rey; un pequeño pabellón de caza situado en un entorno natural que sirvió de escenario de conciertos de cámara y reuniones de la corte.

El Teatro Real Coliseo de Carlos III, otro de los edificios claves del pueblo, fue encargado por este rey al arquitecto francés Jaime Marquet y hoy en día es uno de los centros culturales más importantes de la comunidad.

Al mismo tiempo, alejándonos un poco del casco histórico de la villa, en el cercano paraje de La Herrería, se encuentra la Ermita de la Virgen de Gracia, una pequeña construcción situada en un espacio natural de pinos que cada año sirve de escenario a una popular romería. Cerca de esta ermita se encuentra, construida en una roca, la Silla de Felipe II, desde donde se dice que el monarca supervisaba los avances de la obra del Monasterio.

En plena Sierra de Guadarrama y a sólo 8 kilómetros de El Escorial, se localiza la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del Valle de Cuelgamuros. Sobre una explanada de 30.600 metros cuadrados, se asienta esta colosal construcción compuesta por la abadía y otros edificios como la biblioteca o la hospedería, una cripta excavada en la roca y una inmensa cruz de 150 metros a la que se accede mediante un funicular oculto. En el interior de la cripta se encuentra la tumba de José Antonio Primo de Rivera y, ocultas al público, las de 40 000 soldados caídos en la Guerra Civil. Hasta 2019, este lugar también albergaba la tumba de Francisco Franco, cuyos restos fueron exhumados y trasladados desde el Valle de los Caídos al cementerio de Mingorrubio, en El Pardo. 

El Bosque de La Herrería es un espacio natural de gran valor histórico y paisajístico con una superficie total es de 497 hectáreas. Fue declarado Paisaje Pintoresco en 1961, y actualmente está comprendido en la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves. Por su parte, el Paraje pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería es un espacio natural protegido ubicado a unos 2, 5 kilómetros del núcleo urbano de San Lorenzo de El Escorial. Para los amantes del deporte y la naturaleza, sobre todo para escaladores, se puede visitar la Bola del Mundo o alto de las Guarramillas, montaña de la sierra de Guadarrama localizada cerca del límite con la provincia de Segovia.

Como propuestas gastronómicas: Montia, la cocina de autor de Daniel Ochoa basada en productos de la tierra, y Valhalla Experience, la original propuesta de Héctor Checa que no te dejará indiferente. Además, la riqueza natural y el privilegiado entorno dan lugar a la popular carne de la Sierra de Guadarrama que muchos restaurantes la incluyen como ingrediente estrella de algunos de sus platos.

  • En coche: a 45 minutos por la A-6, la AP-6 y la M-600.
  • En autobús: a 50 minutos desde el Intercambiador de Moncloa.

 

Más información: Patrimonio Nacional - Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial

 

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