Este local, que forma parte del Hotel Santo Domingo, se encuentra enclavado en unas cuevas originales del siglo XVI que eran parte de un edificio ocupado por la inquisición. En la actualidad han sido recuperadas como coctelería en un ambiente urbano, cosmopolita y chic.

Lo primero que llama la atención es su decoración, en la que destaca su suelo de cristal que cambia de colores por efecto de la fibra óptica y que convierte este local en un lugar único en Madrid. El coctel estrella aquí es el mojito de pétalos de flores. La carta, que incluye también comida como hamburguesas, sandwiches o ensaladas. está compuesta por más de 17 marcas de ginebra premium. Dan mucha importancia a la música para que el ambiente invite a la conversación tranquila los fines de semana o después del trabajo. En general es tipo chill out pero también se escucha jazz o los ritmos de un DJ que pincha en vivo.