Abierto desde 1934, Manolo es de esos tradicionales puntos de encuentro para pasar el tiempo entre amigos o familiares mientras se saborea una de sus exquisitas raciones.

Su ubicación en el distrito de Moncloa ha hecho que durante todas sus décadas de existencia haya sido uno de los preferidos por los jóvenes estudiantes procedentes de las distintas facultades de la Ciudad Universitaria. Pero también cuenta con una clientela fiel que acude regularmente a degustar su cocina tradicional y casera que combina influencias gallegas y madrileñas, entre la que destacan los callos a la madrileña o el caldo gallego.

La casa recomienda asimismo probar el pulpo y cualquier pescado fresco del día. Todo ello dentro de una decoración, clásica y acogedora, que recuerda a los salones de los años veinte.