Este restaurante chino del barrio de Malasaña fue el primero que se abrió en España en 1974. Tras una completa reforma inicia en 2017 una nueva etapa en la que su propuesta gastronómica se centra en originales platos de comida callejera típica china, muchos desconocidos para el público español.

La decoración actual corre a cargo del estudio Lavela, que se ha inspirado en la ciudad de Shangri-La para conjugar tradición y vanguardia. Así, el local, que cuenta con dos pisos con aforo para 75 comensales, presenta amplias cristaleras, motivos originales y detalles estéticos que crean una atmósfera cálida y tranquila. En la planta baja reina una brillante barra. En la planta superior los techos se decoran con lámparas tipo farolillo, así como destaca la presencia de vegetación.

La carta dispone de varios menús degustación, con platos que ofrecen nuevas sensaciones y choques de sabores. Entre ellos destaca el ñame con gambas, salsa de ostras y pimienta de Sichuán, o los dim sum como el Shaomai de arroz glutinoso. Entre los postres, merece mención aparte la tarta de chocolate picante con crema de cacahuete.