Uno de los clásicos con mayúsculas de la alta costura de todos los tiempos, el creador del prêt à porter, responsable además de introducir el traje de pantalón y el esmoquin en el armario de la mujer en la década de los 60, no podía tener otro emplazamiento en la capital que el de la Milla de Oro, en plena calle Serrano, rodeado de otros grandes como Carolina Herrera, Loewe o Giorgio Armani.

Basta atravesar sus elegantes puertas para acceder a todas las colecciones para hombre y mujer del genial Yves Saint Laurent quien, aunque dejó el mundo de las pasarelas en 2002, cedió el testigo de la dirección creativa al milanés Stefano Pilati, quien ha sabido mantener la esencia exquisita, rompedora y elegante sin matices del maestro francés.

El universo YSL se mueve desde la alta costura, propuestas para hombre, pieles, joyas, perfumes, productos cosméticos y todo tipo de complementos y accesorios. Su saber hacer y su afán por la innovación –también fue el encargado de poner a la última las famosas chaquetas saharianas- le han merecido los principales premios de moda internacionales y la distinción, en 1985, de Caballero de la Legión de Honor por parte del entonces presidente galo François Mitterrand.