Reconocido como patrimonio cultural de la Comunidad de Madrid, este mítico local surgido en 1984 apuesta de manera decidida por la música en directo de calidad, un pop rock acústico sin artificios. A caballo entre Chueca y Alonso Martínez, en él han actuado artistas de la talla de Bebe o Tontxu, cuando todavía no eran muy conocidos.

El local, de unos 50 metros cuadrados, ofrece conciertos diarios a muy buen precio. En 2014, cambió la dirección de la sala y, desde entonces, pretende convertirse en un espacio abierto y multidisciplinar, incorporando no sólo nuevos géneros musicales, sino también otras actividades culturales además de la música en directo, como monólogos, microteatro, presentaciones, networking o talleres, sin perder por ello el bagaje y la identidad que hacen del Búho una sala mítica.