Grassy es sinónimo de lujo en complementos. Joyas, relojes y objetos de arte pueden encontrarse en este clásico establecimiento situado en el centro de la capital. Si se desea conocer lo último en joyería, este es sin duda alguna el lugar de referencia para conocer los diseños más exclusivos del momento.

Anillos, alianzas, pulseras, pendientes, colgantes… de oro en todos sus colores y versiones, plata y piedras preciosas, muestran las mejores combinaciones y estilos más innovadores. Pero su gran apuesta, por la que se le reconoce mayor prestigio, son los relojes, maquinarias perfectas, diseños singulares, elegantes y calidad sobresaliente, de las más acreditadas firmas.

Es tal la pasión por este complemento que aquí se ubica el Museo del Reloj Grassy, fundado por la familia en 1955, que narra la historia de este preciso aparato para medir el tiempo. Sus fondos abarcan más de quinientos ejemplares de diferentes países del mundo y con los diseños más espectaculares. Se trata de una colección privada y no se admiten visitas de grupos. Grassy dispone de otra lujosa tienda en la calle Gran Vía.