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La casa de papel

Nunca una banda organizada de ladrones tuvo tanto éxito mediático. La serie de televisión La casa de papel (2017-2021) se ve en 190 países y sus espectadores se cuentan por millones. Galardonada con un Emmy Internacional al Mejor Drama y otros importantes premios, se ha convertido en la estrella de Netflix. Madrid se ha hecho viral a través de su escenario principal: la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Son muchas las personas que acuden a esta institución madrileña a hacerse fotos y “selfies” en su fachada, pero ¿sabéis que el edificio que vemos en pantalla no es éste, sino el del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, muy similar en su estructura arquitectónica? La quinta -y última- temporada ha traído muchas más localizaciones de nuestra ciudad. ¡Silvia Roba, nuestra bloguera más seriófila te las cuenta todas!

Una fachada que confunde

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) presta la fachada de su sede principal a la serie que ahora distribuye Netflix. Simula ser el edificio de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), donde, en la ficción, se deben imprimir 2.400 millones de euros. El CSIC es la agencia estatal que desarrolla y promueve investigaciones en beneficio del progreso científico y tecnológico.

La seguridad de la FNMT

¿Por qué no se rodó la serie en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre? Simplemente por motivos de seguridad. Hay que recordar que esta entidad, nacida en 1893 tras la fusión de la Casa de la Moneda y la Fábrica del Sello, tiene la responsabilidad, nada menos, que de la producción de los billetes de banco y de la fabricación del papel de seguridad.

Otra razón que hubiera obligado a cambiar de localización es la estrechez de la calle de Jorge Juan, donde se halla la sede de la FNMT, pues dificultaría el rodaje de algunas tomas. Y la otra fachada del edificio da a la calle del Doctor Esquerdo, con varios carriles en su calzada y mucha afluencia de tráfico.

La azotea de La Casa de Papel

En el capítulo 3, los protagonistas suben a la azotea del edificio, algo que no podrían hacer en la sede del CSIC, ya que carece de ella. Así que tuvieron que trasladarse a lo alto de la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos, en el número 3 de la calle del Cardenal Cisneros de Madrid.

Por último, si acudes al número 30 de la calle Miguel Yuste (en el distrito San Blas-Canillejas, cerca de la Quinta de los Molinos y del Estadio Cívitas Metropolitano) te sorprenderás al ver el almacén secreto desde el que El Profesor daba sus órdenes (y más al fijarte que en la serie la dirección es calle Alcántara, 30)

Mucho más Madrid en la tercera temporada

La tercera temporada de la serie se estrenó en julio de 2019 y en ella Madrid vuelve a ser muy importante. Así si visitas nuestra ciudad reconocerás la céntrica plaza de Callao (la plaza en la que se lanzan los miles de billetes de 50 euros) o el Ministerio de Fomento (en realidad la fachada del Banco de España donde se perpetra el nuevo atraco no es la del banco nacional, sino la de este ministerio ubicado en la zona de Nuevos Ministerios). También podrás disfrutar de la azotea del Círculo de Bellas Artes o de la Cuatro Torres Business Area (que se observan mientras pasa el dirigible lanzabilletes) o nuestra centenaria Gran Vía (por donde Marsella pasa en bicicleta mientras vuelve loca a la policía).

La cuarta temporada

En medio de la crisis del coronavirus se estrenó la cuarta temporada en la que Madrid vuelve a salir reflejada. 

En el capítulo 3, la escena en la que El Profesor y Berlín debaten sobre la conveniencia o no de que sea Palermo -también presente en la escena- el líder del atraco al Banco de España tiene lugar en el interior del Casino de Madrid, del que podemos ver su espectacular escalera modernista y el Bar Las Estancias. Es aquí donde Berlín tiene un problema con su pajarita...

En el mismo capítulo, el agente Antoñanzas, convertido en topo, llama al Profesor desde una cabina situada en el paseo del Pintor Rosales, esquina con la calle Romero Robledo, justo al lado de la casa donde vivió en su día el escultor Victorio Macho (autor de la famosa estatua de Benito Pérez Galdós que se encuentra en El Retiro), tal y como se aprecia en una placa de la fachada. Ahora bien, que nadie intente buscar la cabina... no existe. 

Como tampoco existe en Madrid ningún restaurante chino que se llame Lao Che, nombre, eso sí, de un siniestro jefe mafioso en Indiana Jones y el Templo Maldito.

Los carteles con la imagen de Río inundan, en el capítulo 7, calles y rincones de Madrid, entre ellos el pasaje de los Cubos, en la famosa plaza de los Cubos que se abre en la calle Princesa. De él se intuyen sus característicos grafitis, muestra de arte urbano en la ciudad.

En el mismo capítulo El Profesor vuelve a asomarse a las pantallas del Cine Callao y también a las de la FNAC, en la misma plaza.

Además de las Cuatro Torres, otro rascacielos cobra protagonismo esta temporada: el Edificio Castellana 81, la conocida como Torre BBVA de Sáenz de Oiza, que se recorta en el cielo mientras un helicóptero trata de rescatar a Gandía, el jefe de seguridad del Banco. 

¡Y la quinta!

Al más puro estilo James Bond, la quinta temporada de La Casa de Papel nos regala fantásticas imágenes de ciudades en las que discurren tramas secundarias. Lisboa y Copenhague son en esta ocasión las elegidas, aunque Madrid sigue siendo, como no puede ser de otra forma, el lugar donde todo pasa. El Ministerio de Fomento y su entorno -desde El Corte Inglés de la Castellana hasta el edificio Caleido o la espigada torre de Sáenz de Oiza- vuelven a concentrar todas las miradas, incluido también ese Metro en el que se lee Banco de España y que, en realidad, es la parada de Nuevos Ministerios.

En primer término aparece, para que todos podamos verlo bien, el nombre del local que Tokio y su antiguo novio, René, deciden atracar. Es Tatel, restaurante de moda en el paseo de la Castellana, uno de cuyos socios es el mismísimo Rafa Nadal. Con cierto aire de club vintage, predomina en su carta la cocina española. Entonces, ¿cómo es posible que en pantalla veamos claramente un restaurante japonés? Todo tiene truco: el interior pertenece a otro espacio gastronómico, Ichiban, en la calle Alberto Alcocer, este sí especializado en gastronomía oriental.

Y hablando de comida, la ahora ex inspectora Alicia Serra se enfrenta airada al Profesor, que, dada la situación, la anima a unirse a su grupo. Ella no quiere convertirse en una fugitiva, sino quedarse en Madrid, porque le gustan, así lo grita a los cuatro vientos, los callos, la Puerta del Sol y… sí, puede que algo más también le fascine.

En uno de los flashbacks que sirven para recuperar al personaje de Berlín vemos cómo junto con algunos miembros de la banda, y también con su hijo, organiza un golpe en un espectacular palacio en el que su esposa, Tatiana, ha sido invitada a dar un concierto de piano. En el exterior estamos en Dinamarca, pero, una vez dentro, volvemos a nuestra ciudad. Toda la escena está rodada en el Palacio de Fernán Núñez, que, aunque normalmente está cerrado al público, ya hemos podido ver al detalle en numerosas series y películas. En otro viaje al pasado, justo en el último capítulo, Berlín le hace una petición a su hermano, a punto de salir rumbo a la biblioteca, desde la guarida donde trazan sus planes: “tráeme unas pastas de San Onofre”. Las del Horno, se entiende. ¡Qué buena elección!

Y en los capítulos finales

Aunque ninguno de los atracadores más famosos del planeta se llame Madrid, nuestra ciudad es una de las grandes protagonistas de la serie, y no iba a serlo menos en esta última tanda de capítulos. Un sprint final que comienza con una huida, la de Alicia Serra y El Profesor, primero la una del otro y después los dos juntos ante una legión de policías. Tras escapar del tanque de tormentas, que existe y se extiende en realidad bajo el Club de Campo Villa de Madrid como parte de las instalaciones hidráulicas del Canal de Isabel II, la ex inspectora acude a la casa de Tamayo, situada en la calle López de Orgaz, 3. No hace falta mirar en el mapa. No hay ninguna calle en Madrid que se llame así, por mucho que el coronel inste a cerrar todo Chamberí para dar con los escurridizos fugitivos.

Pero, ¿estamos de verdad en este barrio? Casi, casi, muy cerca, a ratos en el de Salamanca, a ratos en Las Salesas. Vayamos por partes. Desde la ventana de la vivienda en la que se refugian el líder de la banda y Alicia podemos identificar la tienda Pretty Lala, especializada en accesorios, bisutería y mobiliario y otros objetos de los años 50 y 70, en la calle de Villanueva, 36. Al paso del camión de la basura que recogerá a los protagonistas también distinguimos otro comercio, Cherubina, de moda, en la calle Núñez de Balboa, 8. Antes de subirse a él El Profesor y su compañera a la fuerza tendrán que probar su habilidad deslizándose por una cuerda desde un balcón que les llevará directamente a la puerta trasera de un restaurante, que deberán atravesar. El local está muy concurrido, como pasa en la vida misma. El Merci (Conde de Xiquena, 3) fue en su día una carbonera, pero hoy es un bistró de lo más moderno, en el que es posible disfrutar de unas sardinas marinadas con lima o unas croquetas de jamón en un ambiente muy chic, con palmeras, damajuanas y detalles en madera y hierro envejecido como parte de la decoración. ¡Lástima que no tuvieran tiempo para cenar!

Los que tampoco cenarán, a pesar de estar sentados y preparados para ello, son Berlín y Tatiana, que en un flashback muy revelador aparecen en la terraza de Dani Brasserie, dirigido por el chef Dani García, en lo más alto del Hotel Four Seasons, en la plaza de Canalejas, con la cúpula de cobre del antiguo Palacio de la Equitativa de fondo. ¿Qué hubieran pedido de haberse prolongado la velada? Fantaseemos: solomillo de ternera con pesto verde de shisho para él, y lubina salvaje para ella.

Pero no, ni siquiera prueban el vino. Atención que a partir de aquí viene un gran spoiler, adornado por un divertido juego visual. Cuando Berlín baja las escaleras detrás de su esposa, no es la puerta del hotel la que vemos, sino la del Real Casino de Madrid, edificio de principios del siglo XX situado justo enfrente del Four Seasons. Pronto entenderemos el porqué del cambio. Para perseguir a su amada el ladrón de guante blanco se sube a un taxi que le llevará a través de la plaza de las Cortes, con la iglesia de los Jerónimos iluminando el horizonte, hasta la puerta de un hotel donde se produce el encuentro entre la pianista y Rafael, su amante. ¡Sorpresa! El hotel vuelve a ser el Four Seasons, muy fácil de reconocer por los elefantes esculpidos en su fachada. Todo lo que acontece después tiene lugar en el hotel, antiguo Banco Español de Crédito, algo que le va que ni pintado al ofendido esposo. De su interior distinguimos el elegante lobby, en su día patio de operaciones, y el bar de Dani Brasserie, el mismo sitio donde empezó la escena, solo que en la parte cubierta. Quizás en vez de un Negroni, a nuestro malvado más querido le hubiera sentado mejor un Sol, o un Lavapiés, o un Malasaña, ya que aquí los cócteles llevan por nombre los barrios de Madrid.

El Profesor, Berlín y Rafael forman una saga de ladrones cuyos orígenes delictivos conoceremos en la mismísima Plaza Mayor. En una de sus animadas terrazas, El Profesor les cuenta un secreto: fue testigo de la muerte de su padre cuando apenas era un niño. Ocurrió, tal y como podemos rememorar junto a él, cuando, tras salir de un atraco, cayó abatido a tiros por la policía en las escaleras de un banco que en realidad es la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense. ¡Fin! The End! ¡Hasta aquí hemos llegado! Aunque ya que estamos, quizás lo mejor sería acercarnos hasta el Museo Reina Sofía y disfrutar de algunas de las obras de Salvador Dalí, cuya silueta luce hasta en los lingotes de latón que reposarán para siempre en la ficción dentro de la cámara acorazada del Banco de España, un edificio emblemático de Madrid, en la plaza de Cibeles, que, sin embargo, por mucho que se le cite o creamos reconocer nunca sale en pantalla.


Silvia Roba es una periodista muy viajera, que ha recorrido el mundo para poder contárselo a los demás. Es responsable de contenidos de esMADRIDmagazine y coordinadora de Bloggin' Madrid. ¿Lo que más le gusta? Perderse por la ciudad. ¡Síguele la pista!


 

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