Alojarse en el hotel Agumar significa estar a escasos metros del corazón cultural de Madrid:, apenas unos metros le separan del triángulo artístico que conforman las pinacotecas del Museo del Prado, el Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Thyssen-Bornemisza, así como del antiguo monasterio y hoy iglesia de San Jerónimo el Real y el Jardín Botánico.

Aunque cuenta con parking propio para los que prefieren el coche, basta con bajarse en la estación de trenes de Atocha o en su parada del suburbano y recorrer unas decenas de metros para acceder a este cuatro estrellas, dotado con habitaciones perfectamente equipadas repartidas entre las ocho plantas de un edificio construido en 1972, pero completamente reformado.

Tras los museos, el turista tiene la opción de continuar su visita por los numerosos lugares de interés que conforman los alrededores del hotel, como la Real Fábrica de Tapices o la basílica de Nuestra Señora de Atocha para poder, posteriormente, descansar los pies en el pulmón madrileño: el parque del Retiro. Y, a la vuelta, para satisfacer el estómago, le esperará la surtida carta del restaurante del hotel Agumar, especializada en la elaboración de carnes, paellas y todo tipo de arroces, aunque no falta una gran gama de entrantes, embutidos y aperitivos. Si esto no resultara suficiente, un paseo al cercano centro de la capital le multiplicará la oferta gastronómica.